Últimamente hemos escuchado que el fin del mundo está cerca. Que es el 21 de Diciembre de éste año, dicen algunos, o que el 6 de Junio, según otros. Que el calendario maya habla de una catástrofe inminente.
Una lectura más seria de esas predicciones nos habla de que los códices mayas se refieren a períodos, o AHAUS. Ahora estamos ante el 6º período, o sexto sol, y ello nos llevará a un nuevo período, al inicio de una nueva etapa de 5125 años, etapa de paz y de avances, que llaman edad de Itza, era de conocimientos. No debemos alarmarnos, pues, por estas revelaciones, ya que los expertos no lo hacen.
De vez en vez escuchamos de catastrofistas que dicen que la tierra se va a acabar, y vemos, pasando la fecha, que ello no fue cierto. El Señor Jesucristo nos anticipó que esto iba a pasar, y nos lo advirtió para que no dejáramos que nuestros corazones fueran amilanados por éstas predicciones falsas, sin fundamento. Algún día pasará ello, pero definitivamente falta mucho tiempo. Dice el libro de Apocalipsis, en palabras de Jesucristo, que “del día y de la hora nadie sabe, ni yo mismo, sino mi Padre”. A partir del momento en que ocurran las señales anunciadas por Él, pasarán un mínimo de mil años, antes de que ocurra el fin del mundo.
Así pues, mi querido lector, no te preocupes por algo que no va a ocurrir en nuestra generación.
Mejor ocupémonos de vivir rectamente durante el tiempo que nos queda, para que, al encontrarnos en su presencia (ello sí nos ocurrirá con toda seguridad), seamos aceptos por Él. Busquemos más bien Su presencia en nuestro corazón, requisito para vivir eternamente con Él.
