martes, 10 de julio de 2012

ENFERMEDAD DE LAS VACAS LOCAS

Los animales sufren una variedad de problemas, tanto infecciosos como de otro tipo, algunos de los cuales llegan a ser de importancia para el hombre porque, siendo una  fuente de alimentación, pueden ser también la fuente de infecciones. Asimismo, considerando que México necesita exportar muchos productos al mundo, salta a la vista que ningún país va a importar carne mexicana si nuestros animales no están sanos. Hemos incrementado nuestras exportaciones en un 40% en las últimas fechas, y grandes mercados, como el coreano y el chino, nos han abierto sus puertas.  Debemos estar siempre atentos, a través de nuestras autoridades zoosanitarias, para que éstas nos garanticen los mejores productos que la tecnología y las prácticas de manejo nos puedan dar.

De vez en cuando se presentan enfermedades exóticas que hacen peligrar nuestro patrimonio pecuario, pues constituyen  un riesgo especial para los controles que dichas autoridades deben ejercer. En estos momentos debemos prestar  especial atención a dos de esas enfermedades exóticas, es decir, que existen fuera de nuestras fronteras, por la amenaza que representan para nosotros. Ellas son la peste aviar, y la Enfermedad de las Vacas Locas.  Nuestros vecinos del norte, de quienes hemos recibido mucho bueno, pero también mucho malo, han sido el origen de varias enfermedades que han costado mucho dinero y mucho atraso a nuestro país. Y, conociendo esto, debemos ahora mirar con lupa lo que traigamos de allá, ya que ellos han reconocido en varias ocasiones la presencia de “vacas locas” en los estados de Alabama, Texas y Washington. A lo largo de ocho años, la literatura especializada habla de más de un centenar de casos.

Ésta enfermedad causa algún temor, mayormente  porque aún no se tienen respuestas a todas las interrogantes que plantea: ¿Qué riesgo hay de infectarse? ¿Qué se puede comer sin peligro? ¿Hasta qué punto son seguros los test utilizados para detectar la enfermedad? ¿Cuánto dura el período de incubación en las vacas y en las personas?

Recordemos que apenas en 1997   Stanley Prusiner., de 1a Universidad de California en San Francisco, fue galardonado con el Nobel de química, al haber demostrado que una proteína era el agente infeccioso de la  Encefalopatía Espongiloide Bovina, nombre con el que se conoce a  la Enfermedad de las Vacas Locas. Apenas ahora se sabe que el agente causante es un “prion”, es decir, una proteína (no una bacteria o virus) degenerativa, y apenas se está estudiando su relación  con una enfermedad en el hombre, la de Kreuzfeld Jacob.

Ahora que nos estamos jugando un capítulo tan importante de la economía en México debemos respaldar a nuestras autoridades pertinentes, siguiendo las regulaciones que ellas expidan, en beneficio de nuestras reses, y de nosotros mismos.  Hago un llamado a los importadores de ganado, a nuestras autoridades aduaneras, a los ganaderos y a mis colegas Médicos Veterinarios, para que ejerzamos responsablemente los deberes patriotas que cada quien tiene en su ámbito de acción.